S e m a n a 1
Conociendo el Poder de la Liberación Esta semana, usted recibirá siete
temas y ministraciones de liberación en alto nivel. Romperemos en el
nombre de Jesucristo, toda área perversa de ataduras y ligaduras en su
vida. Es necesario que tenga un tiempo aparte de meditación con Dios, y
evite interrupciones mientras esté estudiando y meditando. Entre
veinticinco minutos y media hora hará su estudio, pero de inmediato
termine su primera lección su vida nunca más será igual.
Quebrantando la Maldición de la Tierra
Semana 1- Día 1
Verdad Central
Todo pueblo, nación, territorio y continente tiene maldiciones, y sus habitantes, a menos que sean liberados, las llevan con ellos donde q
Texto Bíblico "Y al hombre dijo: Porque obedeciste la voz de tu
mujer y comiste del árbol del que te mandé diciendo: -No comas de él,sea
maldita la tierra por tu causa. Con dolor comerás de ella todos los
días de tu vida; espinos y cardos te producirá; y comerás plantas del
campo. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la
tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo
volverás." Gén. 3: 17 - 19
Textos de Meditación Profunda
1. "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino." Salmo 119:105
2. "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos
altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el
corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que se apresuran a
correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que provoca
discordia entre los hermanos." Proverbios 6:116-9
3. "Venid, pues, dice Jehová, y razonemos juntos: Aunque vuestros
pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque
sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si queréis y
obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra." Isa 1:18-19
4. "Porque como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven
allá sino después de haber saciado la tierra y de haberla hecho
germinar, producir y dar semilla al que siembra y pan al que come, así
será mi palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la
envié." Isa 55:11
5. "Jesucristo dijo: -Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación,
cierra la puerta, y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que
ve en secreto te recompensará.-" Mateo 6:6
6. "Por esta razón os digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que
lo habéis recibido, y os será hecho" Mar 11:24 7. "Por esta razón os
digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que lo habéis recibido, y
os será hecho." Mar 11:2
Introducción
Cuando nosotros hablamos de la maldición de la tierra, podemos
observarla en forma muy sencilla. Por ejemplo, no es normal que, siendo
todos los seres humanos iguales existan territorios, pueblos, naciones y
continentes con crisis superiores a otros, en cuanto a divorcios,
hambre, desordenes sexuales, etc. Esto no tiene que ver con ventajas
naturales, porque hay continentes donde las condiciones físicas y de
abundancia de riquezas son mayores que otros; y sus recursos naturales
son mayores, sin embargo, no son igual de bendecidos. Sus habitantes
viven en las peores condiciones, están llenos de dolor, crisis, pobreza y
enfermedades. Es necesario que usted sepa que toda desgracia está
ligada a la maldición de la tierra. Esto está vinculado a territorios
bajo maldición. Hay culturas de pueblos donde sus habitantes están
atados al conflicto. Hay naciones donde la cultura que existe, es ser
esclavos o vivir bajo el dominio de otros. Hay pueblos donde sus
habitantes están atados al dolor, la separación, el divorcio, la
promiscuidad sexual, el desorden familiar y la tristeza continua; todo
esto es resultado de la maldición de la tierra. Aquellos seres humanos
terminan siendo lo que ese pueblo bajo maldición les dicta, a menos que
ese yugo sea roto en el nombre de Jesucristo. Sólo de esa forma el ser
humano, aunque viva allí, será diferente. "Por eso Dios le dijo a Abraham:
vete de tu tierra… .a la tierra que te mostraré." Génesis 12:1 Esto es
una revelación extraordinaria que implica la necesidad de un rompimiento
sobrenatural de la maldición de la tierra. Aunque nosotros no sepamos
cómo hacerlo, es necesario reconocer que para experimentar la plenitud
de Cristo en esta vida necesitamos romper la maldición de la tierra.
Todos traemos la maldición del lugar, pueblo, país y continente donde
nacimos. Por ejemplo, si en tu pueblo o ciudad existe mucho vicio,
divorcios, muertes repentinas, enfermedades, pérdidas financieras, etc.,
esas maldiciones te persiguen, los espíritus destructores de ese
territorio te pueden dañar y es necesario que renuncies, en el nombre de
Jesucristo, y seas libre. Si no lo haces podrías sufrir lo mismo que
todas las personas de tu pueblo o ciudad.
Oración de Fe:
En el nombre de mi Señor Jesucristo declaro que soy libre de la
maldición de la tierra por el poder de la Palabra. Declaro que mi
herencia está conformada en la redención de Jesucristo mi Salvador.
Amén.
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