Liberándonos de las maldiciones de nuestro propio territorio

Liberándonos de las Maldiciones de Nuestro Propio Territorio

Semana 1-Día 2

Verdad Central 

En el ejemplo de Abraham encontramos que Dios lo desafió a salir de su tierra, de modo que en este rompimiento hubiese liberación. 

Textos de Meditación Profunda 

1. "Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo y vino en abundancia." Génesis 27:28 

2. "Jehová te bendiga y te guarde." Números 6:24 

3. "Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia y con cánticos de liberación me rodearás." Salmo 32:7 

4. "Jabes fue más ilustre que sus hermanos. Su madre le llamó Jabes, diciendo: -Porque lo di a luz con dolor.- Y Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: -¡Oh, si realmente me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera conmigo, y me libraras del mal, de modo que no tuviese dolor!- Y Dios le concedió lo que pidió." 1Cronicas 4:9-10 

5. "Decidirás algo, y se te realizará; la luz resplandecerá sobre tus caminos." Job 22:28 

6. "¡Levántate! ¡Resplandece! Porque ha llegado tu luz, y la gloria de Jehová ha resplandecido sobre ti. Porque he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra; y la oscuridad, los pueblos. Pero sobre ti resplandecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. " Isa 60:1-2 

7. "Pedid, y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os abrirá." Mat 7:7 Dios le dijo a Abraham: "Vete de tu tierra," por cuanto existen maldiciones propias de los territorios donde nosotros nacemos, y si no somos liberados o si estamos sin cobertura espiritual, podemos experimentar esas maldiciones; por eso es necesario renunciarlas. 

Las Palabras “vete de tu tierra”: 

Esto representa, cortar proféticamente con estas maldiciones, no  necesariamente se tiene que mudar de su tierra, pero tiene que renunciar a toda herencia maldita en el nombre de Jesús. ¡Amén! Por ejemplo, situaciones como muertes repentinas, deudas y pobreza, accidentes y maldad, esto pueden ocurrir por la maldición de la tierra, debido a que ésta tiene influencia directa en la disposición frente a la vida que presenta el ser humano. 

La visión respecto al matrimonio, las proyecciones hacia la prosperidad, la maldición del fracaso o la desgracia familiar. Todas estas maldiciones las lleva cada ser humano, viva donde sea, pero si no es liberado, experimentará las consecuencias de esta maldición. Por eso, Dios le dijo a Abraham, "vete de tu tierra," es decir, rompe con la maldición y sé libre. Vive en mi bendición. 

Liberándonos de las Costumbres Dañinas 

Usted no puede aceptar como normal costumbres que tiene como producto de la maldición de la tierra. Es necesario que tenga la voluntad para decir: "Esto no es para mí. En mi tierra y mi gente, todos lo hacen, pero yo no estoy dispuesto a seguir con esta maldición. 

Debo romperla en el nombre de Jesús". 

Ahora bien, ¿qué tipo de costumbres malignas tiene que rechazar?

Declare: 

• Rechazo el divorcio como algo normal

• Rechazo la pobreza como algo normal 

• Rechazo la droga y el alcohol como algo normal

• Rechazo las contiendas familiares como algo normal 

• Rechazo la maldición de la enfermedad 

• Rechazo la muerte repentina como algo normal 

• Rechazo los códigos de esclavitud 

• Rechazo la maldición de la deuda 

• Rechazo vivir con dolor 

• Rechazo el espíritu de cobardía y de temor 

• Rechazo el desánimo 

Liberándonos de los Pactos de los "Antiguos" 

Uno de los grandes problemas de la tierra está vinculado a pactos de los fundadores de los pueblos, ciudades, naciones y continentes. 

Me refiero a que todo país en el que sus fundadores hicieron una dedicación o pacto espiritual con algún dios pagano, es sumamente delicado, ya que te comprometieron a ti antes de nacer; toda dedicación le da derecho espiritual a los espíritus malos, donde hubo ofrendas y peticiones. Es por eso que muchos pueblos viven en opresión, miseria, desorden y nunca cambian. En los pactos de los fundadores de los pueblos se entregan los hijos de esa tierra y vivirán sometidos a la maldición que fueron entregados. 

Conclusión 

Por lo tanto, es necesario que usted reconozca que cosas diabólicas, perversas y satánicas le han ocurrido. Ha llegado la hora de ser libres de la maldición de tu tierra. Hoy, en el nombre de Jesús, serás libre de los pactos de los antiguos fundadores de tu tierra, pueblo, país o continente. Renuncia ahora a la desgracia de todo pacto, tú lo derrotas en el Nombre que es sobre todo nombre y la sangre del Cordero de gloria. A usted no le ocurrirá más, ni a sus hijos, ni a los hijos de sus hijos, porque está bajo el manto profético de gracia en Cristo por siempre y para siempre. Amén.

Oración: 

Dios Todopoderoso en el nombre de nuestro Señor Jesucristo renuncio a todo tipo de herencia que ha estado en mi vida producto de la maldición de la tierra; Dios Eterno aún lo más oculto y profundo en el nombre de Jesucristo renuncio, por el poder de la bendita Palabra de Dios, esas maldiciones no pueden estar en mi vida porque soy redimido en Cristo. Libérame en forma total y definitiva a las herencias que son productos de la maldición de la tierra, como muerte repentina, pecado oculto, vicios, divorcios, soledad, enfermedad y aún todo lo oculto que nisiquiera yo sé. Lo único que te pido es que me hagas libre, en el nombre de Jesús. Amén. Declara desactivada en tu vida la maldición de la tierra desde ahora y para siempre. Nunca olvides que venciste por la sangre del Cordero y por el poder de la Palabra de Dios en tu boca. Apocalipsis 12:11