Quebrantando el Poder Del Pecado Oculto
Semana 1- Día 6
Verdad Central Confesar los pecados ante Dios tiene tanto poder que le quita todo derecho legal al enemigo de nuestras vidas, toda persona que confiesa sus pecados prospera. Texto Bíblico "El que no confiesa sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa alcanzará misericordia." Proverbios 28:13
El problema del pecado oculto es que sirve como una conexión para que crezca la maldad en ti; por ejemplo, si existe algún pecado de infidelidad sexual en la pareja, y no lo confiesa el corazón se endurece y no solamente lo hizo esa vez sino que seguirá haciéndolo. Pero cuando usted confiesa sus pecados, le quita a todo derecho legal al enemigo de atormentarle. Todo ser humano, sin la revelación de la Palabra de Dios, no le gusta confesar sus pecados por temor o vergüenza; pero cuando usted conoce el poder de la confesión, sin temor confiesa todo pecado oculto ante Dios, y ante sus autoridades espirituales, y eso hace que se le cierre toda puerta al enemigo. Lo peor que uno puede hacer es ocultar el pecado; eso no ayuda en nada, al contrario, debilita la vida espiritual del ser humano.
Textos de Meditación Profunda
Toda persona que confiesa sus faltas derrota de inmediato la fuerza maligna que le hizo pecar y se activa en su vida el poder de la prosperidad.
1. "El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia". Proverbios 28.13 Existen pecados que uno ha cometido en el pasado, y es necesario llevar todos esos recuerdos malditos y errores que cometimos a la cruz, y nunca más codiciarlos.
2. "De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová." Salmos 25.7 El perdón activa la unción de paz en nuestras vidas.
3. "Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado." Salmos 32.1 Esta Palabra nos desafía a cuidarnos de pecar, porque todo lo que hacemos, aunque sea en ignorancia, tiene consecuencias muy peligrosas.
4. "No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?" Eclesiastés 5.6 Por lo general a todos nos enseñaron a esconder los errores y pecados; pero cuando conocemos el poder de la liberación aprendemos a confesar nuestros errores, y asi ser libres para siempre. El pecado oculto nunca nos ayuda en nada.
5. "¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos." Salmos 19.12 Solo alimentándonos de la Palabra podemos vivir sin pecar.
6. "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti." Salmo 119.11. Nuestra vida esta predestinada a honrar a Dios; ya no vivimos nunca jamás para el pecado.
7. "La obra del justo es para vida; mas el fruto del impío es para pecado." Proverbios 10.16
Liberándome de las Maldiciones en lo Sexual Si existe un área donde Satanás quiere que nosotros estemos atados y desviados es en la parte sexual. Aun desde niños, Satanás quiere que todo ser humano sea atacado para que crezca con desordenes emocionales, en la parte sexual. Por ejemplo, la mayoría de las niñas y niños que pierden su amor por sí mismos, es porque han sido abusados sexualmente, de la edad de uno a quince años. Cuando esto sucede, ellos por consecuencia adquieren conductas perversas en lo sexual. También muchos escogen el camino del homosexualismo, rechazando el sexo conforme al orden de Dios, y ven todo negativo. Toda criatura, por venganza, al ser abuzada, puede tomar conductas rebeldes, heterosexuales u homosexuales. Éstos, por venganza, le pierden respeto a la dignidad de la vida, crecen tristes sin amor, y con dolor en el corazón. Todo el desorden sexual que tiene el ser humano, comenzó desde sus raíces de los primeros años de vida. Por lo tanto, es necesario renunciar, a toda experiencia sexual desordenada y recuerdo maldito del pasado, llevando todas estas maldiciones a la cruz. En la medida que usted sea libre, su vida nunca jamás será la misma. Si el ser humano no es liberado de las experiencias desordenadas, nunca podrá disfrutar del sexo como una bendición de Dios, dentro del matrimonio. Millones de enfermos sexuales viven hoy en hogares, y aunque son mayores de edad y tienen sus casas y trabajos, y aparentan normalidad, su vida es un infierno.
Declare en el nombre nuestro Señor Jesucristo:
• Renuncio a toda maldición de maltrato sexual en los primeros años de mi vida hasta hoy.
• Renuncio a todo recuerdo traumático, violaciones y toda experiencia enfermiza en el área sexual.
• Renuncio a experiencias homosexuales, lesbianas y toda concupiscencia maligna en el área sexual.
• Renuncio a la pornografía, a todo anhelo desordenado como adulterio, fornicación, lascivia y todo tipo de deseo perverso.
• Renuncio a ver el sexo con miedo a toda conducta de rechazo al modelo establecido por Dios en el matrimonio.
Liberándome la Área Financiera Si usted nunca ha podido ser libre en la parte financiera, siempre vive en deuda, el dinero no le alcanza, y siempre está pidiendo prestado, es necesario que usted sea totalmente liberado. Usted puede estar seguro que no es la voluntad de Dios que usted esté así, porque Dios es el dueño del oro y de la plata. Es necesario que usted renuncie de todo tipo de maldición y atadura financiera, por el poder de la bendita Palabra de Dios.
Usted tiene que ser libre en la parte financiera; nunca se olvide de esto: Dios lo quiere a usted próspero. ¡VAMOS! ¡RENUNCIE A LIMITACIONES FINANCIERAS!
• Renuncio a la maldición de la deuda
• Renuncio a la maldición de la pérdida
• Renuncio a la maldición de la mezquindad
• Renuncio a la maldición del no sembrar para Dios
• Renuncio a la maldición de la mala administración
• Renuncio a la maldición de las ganancias deshonestas
• Renuncio a todo lo que sea frustración financiera
Liberándome en la Parte Espiritual de Maldiciones
Cada actividad de tipo espiritual que usted ha realizado, es necesario que sea desafiado a renunciarla. Usted necesita renunciar a todo tipo de consulta espiritual donde usted fue: lecturas de la mano, reuniones espiritistas, hechicería, adivinación, encantamiento, el horóscopo, consulta con santeros, brujos, mentalistas y tratamientos de falsas doctrinas. Recuerde: No deje de renunciara ellas. Ahora bien, es necesario que usted rompa con todo tipo de relación y actividad espiritual que visitó en ignorancia, y anule los compromisos espirituales adquiridos en ese momento. Nota: Cuando usted esté haciendo esta ministración, ofrézcale a Dios alguna ofrenda especial. En todas las ministraciones que hizo, estuvo siempre relacionado con algo de dinero. Esta será la prueba de su fe. Prepare una ofrenda de acción de gracias por la liberación, y preséntela ante su sacerdote. Liberándome de la Maldición de la Rebeldía Existe un tiempo en que todos nosotros tomamos actitudes rebeldes en contra de nuestros padres o en contra de las personas que nos criaron. De pronto estuvimos en alguna institución, y siempre nos rebelábamos en contra de nuestras autoridades superiores. Hoy es necesario renunciar a esta perversa línea de iniquidad, porque si no somos libres de la maldición de la rebeldía, nunca podremos ser felices en ninguna parte. La maldición de la rebeldía hace que el ser humano, no respete ni reconozca ninguna autoridad; la rebeldía hace que se maltrate a sus seres más cercanos, y que se abuse de la autoridad. Es necesario romper con la maldición de la rebeldía para poder ser plenamente bendecidos por Dios.
Repita con Fe: En el Nombre de Jesús:
• Renuncio a toda palabra de maldición contra mis padres.
• Renuncio a toda palabra de rebeldía en las escuelas o en la universidad.
• Renuncio a toda rebeldía hacia mis hermanos mayores.
• Renuncio a toda rebeldía en contra de mi pareja.
• Renuncio a toda rebeldía en mi corazón y a la maldición de no reconocer autoridad.
En el nombre de Jesús renuncio y declaro que el enemigo no tiene ninguna potestad sobre mí, porque yo soy una persona sujeta, mansa, humilde, comprensiva, llena de palabras suaves, y de palabras sabias y dulces. Tengo la capacidad de respetar a los demás y de ser ejemplo en mi trato con mi prójimo. Yo no soy rebelde; soy una persona de paz. En el nombre de Jesús, Amén.
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